Nem vált be? Semmi gond! Nálunk 30 napon belül visszaküldheti
Ajándékutalvánnyal nem nyúlhat mellé. A megajándékozott az ajándékutalványért bármit választhat kínálatunkból.
30 nap a termék visszaküldésére
No hay nada más antiguo, recurrente y rutinario que el poder deintimidación y dominación del castigo. Y pocos castigos han minadotanto la voluntad popular, pocas instituciones lo han condensado demanera tan nítida, como la cárcel.Los dolores y las penas que pueblan estos breves relatos nos dancuenta de la crueldad y el absurdo inherentes al encierro humano.Pero, como un maravilloso reverso que siempre forma parte de esetenebroso paisaje, Adelaida Artigado nos hace sentir, a un latido dedistancia, el espíritu de lucha de las y los pobres, su complicidad ysolidaridad, su lealtad, esa fuera para resistir, crear y, endefinitiva, para reírse del poder y de la opresión que nos machaca sin piedad.Para Dostoyevsky, "el grado de civilización de una sociedad se midepor el trato a sus presos". Afortunadamente, la humanidad se reflejatambién en todos y cada uno de los gestos de rebeldía de las personasque están cautivas.